Ahora bien. Esto de liberalizar el cabotaje obedece a que
simplemente, hay un déficit de capacidad de bodega que afecta a los
exportadores de provincias, que prefieren llevar su carga al Callao por barco
(usando las autopistas azules) y no por camiones. La ley de promoción y
reactivación de la marina mercante N° 28583 no habría cumplido su objetivo
de motivar a los navieros a que
inviertan en la compra de barcos (de carga seca principalmente), y como no hay
barcos, lo mejor que se le está ocurriendo al MTC es liberalizar. Tal como ocurrió con los puertos. Como no
entienden el problema, se van a lo más fácil, y zas! militarizan los puertos.
No creo que sea conveniente liberalizar el cabotaje, pero no
por razones anacrónicas de nacionalismos, ni mucho menos; sino porque al liberalizar el cabotaje, los
navieros preferirán alquilar barcos extranjeros que tener los suyos propios y
si es así, el país no fortalecerá nunca su marina mercante. Los exportadores
usarán barcos extranjeros y completarán sus operaciones y las divisas
ingresarán al país, sí. Pero el país seguirá sin tener una adecuada marina
mercante y no tenerla tiene un alto costo, aunque difícil de cuantificar. Me
estoy refiriendo a intangibles como la cultura, la conciencia y la educación
marítima. Los barcos mercantes son la base de la cultura marítimos de los
pueblos. Sin barcos, se irá perdiendo el escaso bagaje cultural marítimo que
nos queda, y terminará afectando a los demás sectores marítimos como la
administración de puertos, la administración marítima, el diseño y la
construcción naval y demás relacionado con nuestro poder marítimo. Eso le debería importar a todo gobernante de
un país costero. Como le importa a los de los países tradicionalmente
marítimos, que siempre han buscado fórmulas creativas de incentivo a sus
navieros. El gobierno debe entender que el negocio naviero costoso y arriesgado como es, brinda un
invalorable servicio a nuestro comercio exterior y debe tener un trato
tributario especial, lo cual pasa por ser una decisión política. No deben ser
tan sencillos en las soluciones. Aunque no es la primera vez que el MTC nos
sorprende con su poca creatividad en asuntos marítimos, primero militariza los puertos ahora pretende (sin saber) atentar
contra la base de nuestra educación y cultura marítima.
Capt.Frank S.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com