Semanas atrás subí una nota sobre la diferente percepción que tiene la opinión pública de la aviación civil y la marina civil (mercante), en relación al trato que tienen sus tripulaciones en caso de accidentes. En la aviación civil suelen tratarlos como héroes mientras que a los capitanes y oficiales mercantes se les apresa conculcando sus derechos. Muchos compañeros opinaron sobre el hecho mismo, pero no mencionaron nada, acerca de quién tiene la responsabilidad de cambiar la mala imagen que tiene el público sobre la marina civil. La responsabilidad es de nosotros mismos creo yo, sobre lo cual hay mucho por hacer. Dos ejemplos de ello: En el caso del Costa Concordia un comentario fue subido en relación en que el capitán habría hundido su barco por instrucción del armador para cobrar el dinero del seguro. En esos mismos días durante un Curso de Protección, el exponente sugirió exactamente lo mismo, que el Cap. Schettino irá preso, pero con una abultada cuenta bancaria pagada por el armador. Vaya manera de percibir nuestra profesión: informal, deficiente en valores y poco profesional. Lo penoso es que en ambos casos fueron marinos los que dijeron eso, lo cual tendría que ver con su propia experiencia -posiblemente en navieras sub-estándar. La opinión pública cambiará su percepción de la marina civil en la medida que los participantes empecemos a verla de otra manera. No un medio de hacer dinero y pasar la vida, sino la vida misma. Se deberían retirar los que no le tienen cariño y aprecio. La marina mercante tiene años de historia y tradiciones; buenas y malas, depende de nosotros cual atendemos. Hay mucho que hacer con la responsabilidad social en el trasporte marítimo, lo mismo ocurre con el Liderazgo, pero sea como fuere, navieras estándar o no, el capitán siempre puede negarse a cometer dolo, crímenes o poner en riesgo su barco, llevado por su profesionalismo y honor.
Capt. Frank S. Pretell/ pretellmaritimeaffairs.blogspot.com