El título
de esta nota es el mismo de una campaña que se ha iniciado en medios marítimos -digitales-
hace dos semanas. Lo que busca, es el compromiso de los participantes del
Shipping a “No hacer negocios con armadores que tienen en su historial el abandono
de tripulaciones”. En la práctica se trata de crear una lista negra de malos
armadores. Por el momento, BIMCO, ICS e Intermanagers que totaliza más de 5 mil
barcos en gestión y 250 mil marinos en el mundo, se han comprometido con la
campaña. La empresa de vetting Rightship también la ha visto con buenos ojos y se
ha comprometido a incluir a los barcos abandonados en la DB de las compañías. Por
otro lado, se han negado al compromiso: los Aseguradores, Intertanko e Intercargo.
Independientemente del apoyo a no a la
campaña, es oportuno analizar su eficacia en el marco del Convenio MLC-2006. Para
muchos, el MLC -que busca proteger los derechos de los marinos- contempla esta
contingencia del abandono legal, por lo que bastaría con hacer cumplir el
convenio. Pero la situación no es tanto así. Cierto que el MLC exige a los
propietarios de los buques, contar con una garantía financiera, pero es para
indemnización en caso de muerte o discapacidad de los marinos. En el MLC, no se
encuentra mención alguna, a una cobertura especial en caso de bancarrota del
naviero. Reconoce, sí; el derecho de los marinos a ser repatriados y para eso
debe haber también una garantía financiera. Pero en caso de insolvencia del
armador, dice que la tripulación DEBERÍA ser repatriados. Escrito en condicional
porque está en la parte B del convenio, que no es obligatoria. Por lo que, de
acuerdo con el MLC, el armador no estaría OBLIGADO a repatriar en caso de
bancarrota. Podría hacerse cargo el Estado de Pabellón, pero si es bandera de
conveniencia, lo dudo. En esta compleja situación, les queda a los marinos confiar
en la seriedad del naviero al que sirven. El Shipping, es un negocio de mucho
riesgo financiero, es un mundo exclusivo, donde todos se conocen y donde la
reputación es esencial. Como se sabe, cuándo un naviero se declara en
bancarrota, no solo incumple sus obligaciones con la tripulación, sino con
muchas personas, le "caen" acreedores de todos lados y la declaratoria de quiebra
y liquidación la hace un juez, luego de un largo proceso durante el cual los armadores
dejan de pagar todo: sueldos, víveres etc. Durante esta la campaña -que aun
continua- ha habido sugerencias interesantes como la creación de un fondo especial
además de buscar un mecanismo que permita la venta inmediata del buque, obtener
efectivo y repatriar a la tripulación. En lo que va del año y debido a la
crisis en algunos sectores del Shipping, se han reportado 37 barcos y 400
marinos abandonados en el mundo. http://www.ilo.org/dyn/seafarers/seafarersbrowse.list?p_lang=en&p_sortby=FLAG&p_sortby=SHIPNAME
Capt.
F. Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com
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