martes, 5 de marzo de 2013

Conrad : Marino y escritor

Este domingo en un artículo de periódico se recordó la obra de Józef Teodor Konrad Korzeniowski más conocido como Josehp Conrad  escritor inglés de origen Polaco. Algunos críticos se atreven a decir que ocupa el tercer lugar en escritores de temas del mar de la literatura universal después de Melville y Stevenson. Melville se había embarcado en un Ballenero de cuya experiencia da cuenta en su novela de aventura Moby dick . Para el caso de Stevenson, no hay registro de que se haya embarcado nunca, pero eso no fue impedimento para su más célebre obra “La isla del Tesoro”; aunque se da cuenta que estudió Ingeniería Náutica. A diferencia de ellos Conrad fue marino de profesión y llego a ser capitán de la marina inglesa. Carrera que inició en sus años mozos al embarcarse como marinero en un barco mercante en Marsella. Así –dicen- nacería una pasión  que no abandonaría jamás por la aventura, por los viajes, por el mundo del mar y por los barcos. Tuve la oportunidad de leer dos de sus obras relacionadas al mar “Lord Jim” y “El corazón de la tinieblas”, y confieso que fueron complicadas de entender. Conrad escribía en inglés y explican sus críticos que el uso de palabras que no suelen ser corrientes en inglés hacía que la traducción al español sea complicada, resultando en párrafos de sentido ambiguo. En “Lord Jim” narra su propio naufragio a bordo del “Palestine” donde era Segundo Piloto y casi muere y en “El corazón de la Tinieblas” las atrocidades cometidas por los belgas en el Congo, siendo capitán de un barco rentado por ellos. Ciertamente el mar sigue siendo una gran fuente de aventura y para escribir sobre la vida en ella basta con embarcarse e imaginarse lo demás. Pero Conrad no lo imaginó. Vivió todo lo que  hemos experimentado y algunos lo siguen haciendo: la implacable fuerza de la naturaleza, la belleza de los amaneceres, el tedio de las incontables horas de guardia, la condición humana, el miedo a naufragar, la alegría de llegar a puerto, los actores marítimos: el armador, el charteador, los oficiales, marineros, estibadores. Todo ello experimento Conrad y también dificultades económicas al dejar el mar y dedicarse a escribir, que lo obliga a buscar los barcos y el mar, pero un puede hacerlo, la edad lo impide. O sea se quedó “misio”. Vaya que es un completo marino este Conrad.  
Slds / Capt. F.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

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