sábado, 26 de abril de 2014

Profesiones Marítimas

De acuerdo a la  Guía Vocacional-2014, son  siete las universidades que ofrecen profesiones marítimas. La UMP, UTP UIGV, UNI, UAP, nuestra alma mater y USTM en Chiclayo. Sus oferta es variada y van desde, quizá la más antigua de las ingenierías: la Ing. Naval ofrecida por UNI, UTP y USTM, hasta otras de reciente aparición como Licenciado en Gestión de Puertos y Aduanas (UIGV), Licenciado en Derecho del Mar y Servicios Aduaneros (UMP) e Ing. en Ciencias Marítimas y Navales (UAP). La profesión nuestra de oficial de marina mercante, seguramente la segunda más antigua después de la construcción naval, la ofrece la UTP como Ingeniería Marítima; mientras que la UMP la denomina Ing. de navegación y marina mercante, es decir estas dos últimas han asumido el enorme reto de formar marinos civiles. Hasta hace 40 años solamente la ENAMM formaba marinos civiles, que luego de un tiempo en la mar –como suele mandar la tradición- pasaron a desarrollarse en diferentes sectores afines a la industria marítima como navieras, puertos, terminales, agencias, seguros, inspecciones y por supuesto logística; sectores donde encuentran sana competencia con los graduados en administración marítima. Esa significativa mirada de las universidades al mar ha sido muy oportuna y conveniente y se debe a que todo lo relacionado al sector marítimo es tan competitivo como regulado y eso genera la necesidad de profesionalizar esos sectores. Ningún sector arriba mencionado es una beneficencia donde se regalan los puestos, sino se ganan y se gana con mucho esfuerzo y estudio. Ahora son tres las universidades que forman marinos civiles y según me dicen se vienen una más y otra para puertos, beneficiando al sector mismo ya que tendrá una alta gama de profesionales por escoger y eso siempre es positivo. El reto del estudiante marítimo es la integridad y la competitividad y el de las universidades, atraer y mantener a los mejores especialistas en cada uno de los sectores que tengan la capacidad de motivar y transmitir educación marítima de calidad.
Capt. F.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

domingo, 13 de abril de 2014

Conductas inapropiadas abordo

Un Superintendente buscaba desembarcar a un marino porque era “gay”. Y cómo lo sabes pregunté  “se nota” me digo tan parco y frio como suelen ser los de su país. A menos que no tengamos evidencia que su trabajo es sub-standard será difícil hacerlo sin que nos traiga problemas. “Ya veremos”. Sobre homosexualidad en los barcos, nadie suele hablar al menos de forma seria y con respeto, convirtiéndolo en algo parecido a tabú. Al igual que en otro tipo de contrato, los de trabajo marítimo tampoco ponen tal restricción (discriminación) ni tampoco se ha sabido de un marino que haya sido desembarcado por el hecho de ser homosexual. Sin embargo hay algunas referencias en la historia que vale la pena notar. Pigafetta por ejemplo (cronista de Magallanes) menciona que éste tuvo que mandar a matar al maestre de la nave por tal comportamiento. Vargas Llosa también hace una referencia de tales comportamientos “soliviantados por la falta de mujer” en barcos de la marina francesa en su novela “El paraíso en la otra esquina”, relatando las peripecias que tuvo que hacer Paul Gauguin para evitar ser sodomizado en el “Luzitano” y en el “Jerome-Napoleón” durante su servicio militar. Bergreen en su libro “Magallanes” revela: “se han conservado muy pocos testimonios de capitanes que castigasen a sus marineros por tal conducta. En lugar de ello optaban por hacer la vista gorda”. El motivo de tales comportamientos a decir de las crónicas y referencias era “los largos periodos confinados en las naves” y en todas se habla de ruptura de disciplina establecidas en los barcos. Es entendible que los capitanes se hagan de la vista gorda, pero, en tal sentido las prácticas homosexuales abordo entrañan tanta indisciplina como estar ebrio en la guardia o que un capitán se enamore de una cadete  y se embronque con el primer oficial porque éste es beneficiado del cariño de la joven. El ámbito privado no puede ser vulnerado por nadie, pero si afecta el buen funcionamiento del barco debe ser sancionado, así sea capitán o marinero.
Capt. F.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

domingo, 6 de abril de 2014

El barco mercante como base de la cultura marítima

El Convenio STCW establece tiempos mínimo de embarco para los estudiantes marítimos que aspiran a obtener el título de competencia que les permita hacerse cargo de una guardia de navegación; independiente de que tal tiempo de embarco  sea un pilar que busca asegurar la consecución de las competencias; detrás de este tiempo embarco, se configuran relaciones con el medio y experiencias que devienen en conocimientos. Me refiero al hecho que, ser parte de la operación de un barco mercante provee saberes específicos y esto a mi buen entender es valioso para mejorar la cultura marítima. Ciertamente cada uno de los intereses marítimos académicamente reconocidos, gira en torno al barco mercante: Los puertos se diseñan y construyen para acomodar barcos mercantes. La construcción naval, tiene en ellos su principal objetivo y reto, buscando mejores diseños y técnicas de construcción que permitan sean económicos y amigables con el medio; ni hablar del comercio exterior –importante interés marítimo- soportado por la eficiencia de un transporte marítimo cuya piedra angular son los barcos mercantes. Por lo tanto, es fácil advertir que los barcos mercantes son la base de la educación marítima, he allí de la importancia que los estudiantes marítimos conozcan su operación y gestión para buscar apuntalar la calidad de su educación marítima y a futuro buscar mejorar el desarrollo marítimo del país.
Slds / Capt. F.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com