La mayoría de marinos mercantes peruanos hemos estudiado la carrera en
un centro de formación castrense, eso podría explicar lo difícil que les puede
resultar concebir y comprender, que nuestra profesión es universitaria y su
formación puede ser: sin arrestos, ni marchas, ni nada de eso. Sin disciplina
–dicen!. Cómo explicar entonces, que -en los 70’s- en los países
tradicionalmente marítimos, muchas escuelas se convirtieron en facultades y la
formación del marino mercante empezó a realizarse en ambientes donde prevalecían
la excelencia académica, la crítica y la discusión. Acaso estos alumnos no
tendrían disciplina?. Durante una entrevista a más de 80 mil gerentes en 400
empresas a nivel mundial, la organización Gallup reportó que un aspecto
recurrente en las respuestas sobre cómo aumentar la productividad, fue: Disciplina.
En palabras de aquellos gerentes Disciplina era “establecer rutinas,
identificar plazos y fechas en la cuales las cosas deben estar hechas”. “La
disciplina –explicaban- hace que seas preciso y meticuloso en todas tus
acciones. Única forma de tener control sobre tu actividad y sobre tu vida”. “…el
mundo es desordenado e impredecible, he allí que surgen las personas
disciplinadas. Aquellas que necesitan hacer de su mundo predecible y estructurado.
Por esa razón, planean, ordenan y estructuran su vida”. Aproximando tales
características al mundo marítimo, éste tiene su parte especial de aventura, desbarajuste
y confusión, he allí la necesidad de trabajar como un reloj tanto en terminales como en barcos mercantes; a fin de reducir
riesgos. Por eso, los futuros marinos necesitan ser disciplinados. Por eso,
estudiante marítimo, -sea cual fuera tu procedencia- necesitas hacer tus
rutinas y plantearte plazos, estructurar tus tareas y hacerle seguimiento. No
permitas que te hagan perder el tiempo.
Habrá gente que al no entender tal talento o cualidad tuya (que se
adquiere), puede verte raro, extraño, diferente y que a veces les moleste esa
necesidad tuya por el orden, pero no tienes por qué preocuparte. Debes saber y
entender que no todos viven y se desarrollan en este mundo marítimo y por tanto
no tienen la misma necesidad tuya de que todo sea predecible y controlado. Tú
disgusto por las sorpresas, tu impaciencia con los errores, tus rutinas, tu
dedicación a los detalles y lo escrupuloso de tu accionar, todo eso es bueno y no
te limita, al contrario, te servirá de
mucho en los barcos mercantes. Como bien sabes, el ISM exige que cada
operación, cada trabajo, cada tarea bordo, debe tener un procedimiento y por
tanto debe estar controlado; es por eso que necesitas disciplina; pero tal como
se describe arriba, no con ese sesgo militar que confunde a la mayoría de este
país.
Capt. F. Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com
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