lunes, 8 de junio de 2015

Disciplina en la formación marítima

La mayoría de marinos mercantes peruanos hemos estudiado la carrera en un centro de formación castrense, eso podría explicar lo difícil que les puede resultar concebir y comprender, que nuestra profesión es universitaria y su formación puede ser: sin arrestos, ni marchas, ni nada de eso. Sin disciplina –dicen!. Cómo explicar entonces, que -en los 70’s- en los países tradicionalmente marítimos, muchas escuelas se convirtieron en facultades y la formación del marino mercante empezó a realizarse en ambientes donde prevalecían la excelencia académica, la crítica y la discusión. Acaso estos alumnos no tendrían disciplina?. Durante una entrevista a más de 80 mil gerentes en 400 empresas a nivel mundial, la organización Gallup reportó que un aspecto recurrente en las respuestas sobre cómo aumentar la productividad, fue: Disciplina. En palabras de aquellos gerentes Disciplina era “establecer rutinas, identificar plazos y fechas en la cuales las cosas deben estar hechas”. “La disciplina –explicaban- hace que seas preciso y meticuloso en todas tus acciones. Única forma de tener control sobre tu actividad y sobre tu vida”. “…el mundo es desordenado e impredecible, he allí que surgen las personas disciplinadas. Aquellas que necesitan hacer de su mundo predecible y estructurado. Por esa razón, planean, ordenan y estructuran su vida”. Aproximando tales características al mundo marítimo, éste tiene su parte especial de aventura, desbarajuste y confusión, he allí la necesidad de trabajar como un reloj tanto en  terminales como en barcos mercantes; a fin de reducir riesgos. Por eso, los futuros marinos necesitan ser disciplinados. Por eso, estudiante marítimo, -sea cual fuera tu procedencia- necesitas hacer tus rutinas y plantearte plazos, estructurar tus tareas y hacerle seguimiento. No permitas que te hagan perder el tiempo.  Habrá gente que al no entender tal talento o cualidad tuya (que se adquiere), puede verte raro, extraño, diferente y que a veces les moleste esa necesidad tuya por el orden, pero no tienes por qué preocuparte. Debes saber y entender que no todos viven y se desarrollan en este mundo marítimo y por tanto no tienen la misma necesidad tuya de que todo sea predecible y controlado. Tú disgusto por las sorpresas, tu impaciencia con los errores, tus rutinas, tu dedicación a los detalles y lo escrupuloso de tu accionar, todo eso es bueno y no te limita, al contrario, te  servirá de mucho en los barcos mercantes. Como bien sabes, el ISM exige que cada operación, cada trabajo, cada tarea bordo, debe tener un procedimiento y por tanto debe estar controlado; es por eso que necesitas disciplina; pero tal como se describe arriba, no con ese sesgo militar que confunde a la mayoría de este país.
Capt. F. Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com


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