La pelea que hay entre estas dos entidades data del año 2003 con la
creación de la APN mediante Ley N°
27943. Esta Ley le confería a la flamante APN ciertas atribuciones y
competencias que ya tenían otras entidades como: OSITRAN, PROINVERSION, DICAPI;
cosa que originó sobre-posición de competencias. Pero no tendría que ser así,
ya que como en toda Ley, ésta en su parte
final, ordenaba: “deróguese toda norma que vaya en contra de la presente Ley”,
o “adaptar sus procedimientos y normativas a la Ley”. Pues bien, todas las
entidades se acomodaron y en la mejor forma posible firmaron acuerdos para
cumplir con esta Ley y también para hacerla más eficiente, por ejemplo: con la
nueva Ley la APN pasó a ser el organismo competente para otorgar las
concesiones portuarias, no obstante ya existía PROINVERSION encargada de eso en
todo el país y en todos los ámbitos, además tenían gente técnica especializada
y la recién creada APN no. Entonces APN y PROINVERSION firmaron un acuerdo de cooperación
donde la segunda transmitía tal competencia a la primera y se acabó el asunto.
Lo mismo con OSITRAN. La única entidad reacia a alinearse con la nueva Ley fue
DICAPI, que desde un inicio hizo caso omiso y entre otras cosas, siguió
cobrando el concepto de Recepción y Despacho de naves que ya no le correspondía
sino a la APN, es decir los navieros/agencias tuvieron que hacer doble pago por
el mismo concepto. Las agencias marítimas demandaron a DICAPI y ganaron, pero
esa es otra historia. Ahora DICAPI hace intentos por seguir controlando el
tráfico portuario (TRAPOR) que por Ley le corresponde a la APN que ya tiene un proyecto
de inversión para licitar el servicio de tráfico portuario, en espera de
concretarse demorado por lobbies. Aquí la nueva bronca entre una y otra. Una
por cumplir la Ley y otra por no obedecerla y buscando revertirla. En esta
nueva pelea estamos ahora. La Ley la pueden cambiar es cierto, están buscando
hacerlo. Pero todos sabemos que el tráfico portuario le corresponde a la
Autoridades Portuarias aquí y en cualquier parte del mundo civilizado y moderno.
Todas estas –para ser educado- “ineficiencias” pasan en nuestro sistema
marítimo-portuario. Nos hemos modernizado en muchos ámbitos pero en el de
nuestra profesión seguimos anclados en creencias de siglos pasados propios de “republiquetas” (citando de al periodista
Hildebrant). Aunque sigo pensando que es cuestión de tiempo, de modernizarnos más,
de que la competitividad global nos empuje a deshacernos de paradigmas
ineficientes.
Capt. F.Pretell/pretellmaritimeaffairs.blogspot.com
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