jueves, 21 de noviembre de 2019

¿IS THERE A FUTURE FOR SEAFARERS WITH THE COMING OF MARITIME AUTONOMOUS SURFACE SHIP (MASS)? Fue el tema de la Conferencia y Asamblea General Anual de la Asociación Internacional de Universidades Marítimas (IAMU) el pasado octubre en Tokio. Lo valioso de pertenecer a una asociación como ésta, es que interactúas con pares, cotejas y caes en la cuenta de que siempre hay una mejor manera de hacer las cosas y que nunca es suficiente cuando se trata de investigar. Puntos de vista similares sobre las competencias de los marinos del futuro ante la llegada de los buques autónomos, relacionadas a ingeniería de sistemas y tecnología: Programming, Computing, Gaming y las competencias soft: Leadership, Managerial y Respond to Emergencies. Ponentes de la Australian Maritime Safety Authority, International Chamber of Shipping, The Nautical Institute, NYK Shipping Company. De los tres días, se dedicó uno completo a revisar y comentar las investigaciones de las universidades miembro y su impacto en diferentes campos: tecnológico, medio ambiente, económico, social y política. Se preocuparon en dedicar una sesión especial para que alumnos de universidades miembro puedan exponer las investigaciones suyas. Curioso fue visualizar una Resolución del año 64 del MSC de la ex IMCO sobre “Automation on ships”. Al final del primer día, cena en un crucero por la bahía de Tokio y el discurso del General Director Maritime Bureau (un Chief Engineer) from Ministry of Land, Infraestructure, transport and Tourismo (MLIT) de Japón, sobre la necesidad de mejorar la calidad en la formación sin olvidar el seamanship. Grata experiencia la de compartir con otros capitanes y jefes de máquinas, la mayoría PhD o Professor: Tokio University of Marine Science and Technology, Kobe University Faculty of Maritime Sciences, Springdale Maritime Academy (India), Arab Academy for Science, Tecnology and Maritime Transport (Egipt), la muy mencionada en tiempo de cadete SUNY Maritime College de USA, Escuela de Veracruz (México), Admiral Nevelskoi Maritime University (Rusia), Universidad Politécnica de Barcelona Facultad de Náutica y otras 60 más. Termino esta nota con una buena noticia: la Universidad Marítima Internacional de Panamá (UMIP) ha solicitado ser miembro de IAMU, ya seríamos dos en la región y seguro que el número aumentará. Algunas fotos oficiales.

sábado, 12 de octubre de 2019

Subsidios Marítimos y el Ferry de la Amazonia

El International Transport Forum-OECD ha publicado un novedoso estudio sobre los subsidios marítimos “Maritime subsidies: ¿Do they provide value for money? El estudio busca conocer si la enorme cantidad de dinero que países de la OECD destinan a subsidiar a la industria marítima, ha logrado los objetivos declarados. Define y clasifica los subsidios marítimos que actualmente se aplican. Destacan tres principalmente: -El denominado Tonnage tax. De aplicación directa a los armadores por mantener la bandera nacional a sus buques. Busca hacerlos más competitivos y evitar el de-flagging. 22 países europeos lo aplican, así como Japón, Corea, India. -Subsidio a los combustibles usados por los buques. Se aplica también en forma directa para incentivar el transporte marítimo, principalmente, el cabotaje, a fin de reducir la congestión de tráfico y emisiones provenientes del transporte Terrestre. En Italia, UK, Suecia, Noruega. -Medidas fiscales para reducir los costos de tripulaciones. Condicionado al entrenamiento de alumnos, caso de UK que cubre hasta el 50% de los costos de entrenamiento. Es un pago directo a los armadores por entrenar a un alumno por año por cada 15 oficiales de su flota. Hay un interesante subsidio que reciben las academias marítimas que se formen en alianza público-privada. Caso de la National Marítime College de Irlanda formada en 2004, así como en Estonia, Bulgaria, Alemania, Croacia, Grecia, Suecia, Portugal y UK. Subsidio a la compra de buques como en Corea. Al desguace y construcción de buque que tienen los armadores chinos. Subsidio a los puertos que provean electricidad a los buques en muelle y al uso de LNG en los buques que incluye infraestructura. Subsidio para el conocimiento e innovación marítima, sobre todo en lo relacionado a la eficiencia energética y de-carbonización de la propulsión de los buques, muy relacionado a lo que busca la OMI en su estrategia inicial. Ejemplo de ello: UK, Alemania, Francia, Finlandia. El estudio concluye que hay LIMITADA evidencia de la efectividad de los subsidios y recomienda -entre otras cosas- un re-diseño, armonización de éstos y sobre todo clarificar sus objetivos, y condicionarlos al cumplimiento de estos. Hay una mención a las distorsiones al mercado, originadas en el caso del Tonnage Tax, cuando los armadores también son operadores de terminales (integración vertical) y compiten con operadores de terminales independientes, operadores de buques y shippers, quienes no tienen tales beneficios. Es asombroso saber cómo estos países subsidian el sector. Especial mención merecen los subsidios al embarco de alumnos, a la investigación e innovación y a los clusters marítimos, caso de Singapur. Después de todo estamos hablando de países con gran arraigo y tradición marítima y estos subsidios son la evidencia de la enorme preocupación por mantener su patrimonio cultural marítimo. Los subsidios no son malos, ejemplo de subsidio eficaz en Perú: el Ferry de la Amazonia.

viernes, 16 de agosto de 2019

Truthiness sobre cabotaje

Truthiness es un término que escuché durante el Coloquio Académico en Trinidad y Tobago a un investigador de CEPAL; y hay mucho de ello en el sustento del DL 1413 (aquél que liberaliza el cabotaje en el Perú) y su reglamento. Truthiness es algo así como un deseo o una creencia que se da por sentada por mera intuición. Tal como la propaganda de que los costos logísticos bajarán porque se liberaliza el cabotaje. Siempre se dijo (allí el Truthiness) que el problema del cabotaje es la poca oferta de buques y eso no es cierto. Se asume -erróneamente- que con más buques se reducirían los costos logísticos, siendo largamente conocido que el flete del transporte oceánico es -en general- apenas una tercera parte del costo logístico total, y los altos costos vienen del tramo del hinterland. El cabotaje dejó de ser -hace mucho- un problema de navegar de cabo-a-cabo dejando carga -sin más ni más- en los puertos. Ahora se trata de una industria que busca conectar las carreteras marítimas con los corredores logísticos y para eso hace falta terminales adecuados y eficientes, además de intercambio de información, predictibilidad, colaboración, digitalización etc. Esta norma, en modo básico es como poner más buses en servicio en la ruta del metropolitano, que luego tendrán que hacer enormes colas para recoger y dejar pasajeros en una sola e inadecuada terminal. Pero no quiero ser aguafiestas cuando todos celebran. En todo caso, espero que esta norma esté acompañada de incentivos para que, en nuestro país, la carga deje de viajar por vías terrestres y se vaya por mar. Una acepción de Truthiness is the quality of preferring concepts or facts one wishes to be true, rather than concepts or facts known to be a true. Basically, it is the belief that a statement is true based on intuition or perception of a groups of individuals, without regard evidence or factual or intellectual examination. Otro ejemplo de Truthiness acorde con el actual cuestionamiento a los mega buques: “…the bigger ships, the better economy of scales, the huge cargoes, the bigger ports…”. ¿El remedio ante el truthiness? Más estudios en el marco de una perfecta ética investigativa. Ojalá otras universidades se sumen a la línea de investigación marítima y portuaria.

domingo, 28 de julio de 2019

Stena Impero, el Reino Unido y la relación auténtica.

La toma del buque petrolero Stena Impero en el estrecho de Ormuz por militares iraníes, ha originado comentarios sobre las banderas de conveniencia y registros abiertos, además de la necesidad de hacer más fidedigna la relación autentica entre el buque y el estado de bandera. El Stena impero enarbola bandera inglesa, pero con oficiales y marineros de la India. A todas luces, es un buque con registro especial, pero inglés. Lleva 9 días detenido y aunque sus marinos se encuentran bien y se les ha permitido contactarse con sus familiares, hay una privación de su libertad -en el ejercicio de su profesión- y eso es inaceptable. He leído algunos comentarios en redes tales como “Reino Unido no hubiera esperado tanto si los marinos fueran nacionales ingleses”. “Si el buque tuviera bandera de Estados Unidos, Dios ayude a los iraníes”. “Buque con bandera inglesa pero no da trabajo a los ingleses”, la cuales podrían ser ciertas, pero no por eso la situación legal del Stena Impero -y su tripulación- es precaria. Muchos colegas convendrán conmigo en lo familiar que es el nombre Stena en el báltico. De hecho, la empresa es de origen sueco y tiene una subsidiaria en UK, así como en Dinamarca, Alemania, Letonia, Países Bajos etc. El operador -la Compañía en los términos del Código ISM- es Northern Marine Management con base en Glasgow-Escocia, que es parte de Reino Unido. Entonces, ¿Habrá relación autentica entre este buque y el Reino Unido? La CONVEMAR (art.91) establece que debe haber una relación auténtica entre el Estado y el buque, pero al no definir qué debemos entender por relación auténtica se asume, que deja a cada Estado, la libertad -soberana- de establecer los requisitos para conceder su nacionalidad. Así las cosas, Reino Unido registró al Stena Impero en el puerto de Londres otorgándole -de esa manera- su nacionalidad, por lo que el buque es legalmente un buque inglés y la situación de los marinos se rigen por tales leyes que precarias no son. Las banderas de conveniencia juegan un rol significativo en la marina mercante internacional baste decir que el 70% de la flota mercante mundial enarbola este tipo de pabellón y su apogeo en los años 60 fue una respuesta de los navieros para mejorar la competitividad en el mercado internacional de fletes. La ONU trató de regularlas mediante el Convenio sobre las condiciones de inscripción de buques (1986), estableciendo dos criterios prácticos para que exista relación auténtica: nacionalidad del propietario y de la tripulación. Lamentablemente, debemos tomarlo sólo como referencia porque no prosperó su ratificación y el convenio no está en vigor, por lo que nos queda sólo el marco teórico de la CONVEMAR y los requisitos que establezca cada Estado. Finalmente, la situación del Stena Impero es un conflicto político con sanciones y represalias -y otras cosas que ignoramos seguramente. Sea como fuere esperemos que los intereses de las potencias de ninguna manera comprometan la seguridad en el ejercicio de la profesión de marino mercante.

domingo, 19 de mayo de 2019

LAS CIUDADES-PORTUARIAS

Algunos comentarios sobre el importante desarrollo portuario del que somos actuales testigos: -Los ejemplos de Matarani, Paracas, Salaverry y Chancay principalmente; evidencian que se está entendiendo que la economía de los países necesita de los puertos para respirar. -Estos desarrollos portuarios deben incluir a las ciudades circundantes, y es mejor denominarlos desarrollo de ciudades-puerto y ambas (puerto y ciudad) deben estar socialmente integradas. -A futuro es difícil que un puerto pueda operar sin el respaldo de la población que lo rodea. Son percibidos como contaminantes, inseguros y agresores de la plácida vida del ciudadano. En otras palabras, no importa el nivel de inversión, si el puerto No está integrado socialmente a la ciudad no será sostenible. -No se debe confundir la integración social con Responsabilidad Social Corporativa: construir escuelas para los niños de la comunidad, postas médicas etc, está bien pero no es integración social sino asistencialismo y éste no genera integración, sino dependencia. -La integración social, concepto acuñado en puertos europeos en 2009 y que continúa mejorando su significado, implica orgullo y pertenencia del ciudadano hacia el puerto. Hacer del puerto un protagonista de la ciudad, no apartarlo, ni cercarlo. Crear espacios urbanos en los límites del puerto con la ciudad, eso es integrar. Compartir historia y tradiciones juntos (AIVP, 2015) -Para eso se necesita un nuevo enfoque que busque la generación de conocimiento mediante la concurrencia de múltiples disciplinas: Psicólogos sociales, arquitectos, sociólogos, economistas, marinos y otros. Haciendo necesario: desaprender y volver aprender. -La integración social es uno de los 4 criterios que hacen a un puerto competitivo (OECD 2014). Por eso debe ser implementado en los actuales desarrollos portuarios, medir su nivel y –sobre todo- fiscalizarla. Y para ello debe figurar en el contrato de concesión, de la misma forma como lo están los indicadores de productividad de las grúas etc. -Integrando el puerto a la ciudad mejoraría la relación ciudad-puerto. -De las 10 de ciudades donde mejor se vive en el mundo, 8 son puertos (The Economist 2018) Capt. F.Pretell / pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

sábado, 4 de mayo de 2019

CABOTAJE, OTRA VEZ

Con el cabotaje siempre hay algo nuevo que comentar y aunque aquí el tema estaría cerrado con el DL 1413, sólo por cuestiones académicos, comparto. Como saben, la Jones Act exige que el cabotaje marítimo en USA se realice con buques americanos. Tiene muchos detractores que exigen su derogación aduciendo una notable reducción en los precios de los productos. La semana pasada rebotó en los medios, un estudio titulado Impact of US Jones Act on Puerto Rico. Estudio del 2018, que concluye que esta ley proteccionista no afecta el precio de los productos, ni el costo de vida en Puerto Rico (PR). https://www.americanmaritimepartnership.com/puerto-rico-economy/. Los antecedentes del estudio están relacionados con los destrozos del huracán María a su paso por PR en 2017 que obligó a Trump, a decretar una excepción a la Jones Act; cosa que fue aprovechada por los detractores de esta ley para exigir su derogatoria definitiva (también presentaron estudios). Así las cosas, tenemos sendos estudios, de uno y otro lado, a favor y en contra, respectivamente. Sin tener en cuenta las conclusiones de los estudios -porque al ser pagados pueden ser tendenciosos- es importante comentar las características de este tráfico Puerto Rico-continente USA: Utilizan contenedores más largos (53 pies), buques muy económicos y equipamientos intermodales, todo ello especialmente diseñado para este tipo de tráfico. El tamaño de los buques depende de tres coeficientes técnicos, de la velocidad, pero directamente de la productividad de la terminal y la distancia a navegar por viaje redondo (Haralambides, 2019). Así que, en el plano nacional, deberíamos preguntarnos qué tipo y tamaño de buques encajaría mejor para nuestros terminales (se hablaba de ferris, barcazas, etc, que -dicho sea de paso- por el tamaño bien pueden ser construidos en el Sima). ¿Qué tamaño de contenedores? ¿Qué patrón de descarga? ¿Qué tipo de equipos en muelle? ¿Tráileres? etc. Todo ello necesitaría ser considerado en un estudio y a ver qué resulta. Desconozco si hubo ese tipo de evaluaciones. Tan sólo escuché decir “debemos abrir el cabotaje para mejorar los precios de los productos”. Siendo largamente conocido que el flete del transporte es -en general- apenas una tercera parte del costo logístico total, siendo éstos los que encarecen la distribución física. Además, los costos de transporte en el hinterland representan el 80% del total de costos del transporte multimodal y apenas comprenden el 10% del total de la distancia (Helin, Smith, y Englert, 2019). El problema del cabotaje en el Perú nunca fue la falta de oferta de buques. Sino de mejores estudios, motivados por la curiosidad académica, ganas de aportar conocimiento marítimo, competitividad al país y un alto contenido ético, para evitar el carácter tendencioso. Capt. F.Pretell / pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

miércoles, 1 de mayo de 2019

REDUCCIÓN DE LA VELOCIDAD A ESCALA GLOBAL

La OMI ha recibido una carta firmada por 100 CEOs de empresas navieras a nivel mundial (entre ellos Euronav, armadores griegos, Louis Drayfus Armateurs y otros, no está Maersk), solicitando implementar la medida relacionada a la velocidad de los buques a escala global. De hecho, la opinión de los navieros está dividida. Desde el año pasado devienen discusiones sobre la conveniencia o no de la reducción de la velocidad de los buques. Los que están a favor se basan en estudios -varios-; mientras que los contrarios -INTERTANKO, por ejemplo- basan su opinión en su experiencia en el negocio naviero. Los estudios presentan un escenario donde reduciendo la velocidad de los buques en un 10%, habría un 50% de probabilidad de cumplir con los objetivos de la OMI que son: reducir a 40% las emisiones al 2030, 50% al 2050 y a CERO antes del 2100. Arguyen que, con la eficiencia energética, no bastaría, porque se aplica por fechas según la antigüedad de los buques, el comercio mundial aumenta mientras el tiempo vuela y se acaba. Por eso aconsejan –recordando que muchos buques redujeron su velocidad debido a la crisis del 2008- imponer esta medida a escala global. Es importante anotar que Maersk reportó en 2010 que la reducción de la velocidad de sus buques en un 20% redujo su consumo en 40%, pero las emisiones de CO2 sólo en 7% (Ryley y Chapman, 2012). Aunque no era un estudio propiamente dicho, evidencia una realidad que es necesario confirmar. Respecto a la mencionada carta de los armadores a la OMI creo yo, buscaría evitar la intromisión de los estados -sobre todo europeos- en la regulación medioambiental de los buques. Son conocidos los comentarios (en tono de amenaza) de que si las medidas técnicas (EEDI, SEEMP, EEOI) y operacionales (reducción de velocidad) de la OMI no resultan, exigirían aplicar las MBM (Measures By Market) que no es otra cosa que impuestos al bunker y comercio de emisiones; medidas a lo que se oponen los armadores desde el 2010. Este tema de emisiones de GHG ya no es una cuestión medioambiental sino económica y la reducción de velocidad de los buques afectará el comercio y la economía de los países. Aunque uno de los estudios concluía que esta medida no afectaría -por ejemplo- el PBI de argentina en su comercio de aceite vegetales y carne, pero sabemos que los estudios se contratan y a veces son tendenciosos. La reducción de velocidad es interesante, parece ser efectiva y se plantea por tipo de buques. Urge mejorar estudios, enfoques y una cuota de esfuerzo y desprendimiento para reducir las emisiones de GHG de los buques, después de todo el comercio se origina por el propio consumo nuestro. Capt. F.Pretell / pretellmaritimeaffairs.blogspot.com

domingo, 28 de abril de 2019

TLC s Marítimos

Nos hace falta una institución pública que promueva la oferta laboral de los marinos. Una que busque acuerdos de reconocimiento mutuo con otras administraciones. Hay muchos marinos peruanos en buques de bandera de conveniencia como Bahamas, Malta, Portugal, Liberia. Y en otras que no lo son como Brasil (cómo parte de Mercosur). Eso es bueno, pero no tenemos algo similar con Singapur, por ejemplo, que se ha convertido en una verdadera capital marítima con enorme beneficio para establecer empresas navieras. En una aldea competitiva donde los navieros buscan reducir más y más costos, tener opción de contratar marinos de la región donde trabajo su buque, le ahorraría una importante cantidad de dinero en gastos de repatriación. ¿Pero qué pasa si los marinos de esa región no pueden embarcar en sus buques por restricción de la bandera de pabellón? Una alternativa menos de trabajo. Promover la oferta laboral marítima peruana aumentaría las posibilidades de trabajo para los marinos. Pero por favor, no me digan que debe ser la Autoridad Marítima, ellos no. No porque no creo que sea su función. No encuentro algo -siquiera- similar en su reglamento. Este los limita al control y fiscalización de las actividades acuáticas, no es su función la promoción de la oferta marítima peruana. ¿Qué debería serlo?, lo dudo. Nos hace falta esa entidad Cuantos más países reconozcan nuestros títulos más oportunidades de trabajo tendremos. Me cuentan que el reconocimiento de Malta se logró gracias a la iniciativa del past decano Juan Carlos Paz, no hace poco sino, antes del 2008. Y fue una iniciativa privada no una función de oficio de la autoridad marítima. Problema similar observo en el campo formativo. Existen muchos jóvenes peruanos que estudian, han estudiado o planean estudiar marina mercante en universidades de otros países. Muchos que obtienen una beca y se van a rusia, o por sus propios medios a Jamaica e inclusive por intercambio; que una vez graduados, la autoridad marítima nuestra no les puede otorgar el Título de Competencia porque no hay reconocimiento mutuo entre las administraciones. O sea que desde antes de tener su licencia estos jóvenes ya encuentran problemas para titularse. No faltaba más. Las autoridades suelen desconocer cómo funciona el negocio naviero, tampoco tienen que saberlo (menos sus asesores), entonces, nace la necesidad de hacérselo saber. Ahora, hay otras autoridades que sabiendo sus funciones tampoco la hacen y si lo hacen, la hacen mal. Eso si es para preocuparse.

sábado, 2 de febrero de 2019

Reducción de emisiones y el costo del transporte

Así como las investigaciones no se terminan hasta cuando se publican, los procesos industriales -entendidos como las actividades para crear algo- no se acaban hasta que ese producto creado llegue a manos de quien lo necesita. Y así como las investigaciones requieren de una revista científica para propagar el conocimiento, estos productos requieren de medios para llegar a su comprador, requieren de un buque mercante . Esa necesidad es insoslayable. En palabras de Mr. Kituyi, secretario general de UNCTAD durante la reunión anual de la asociación internacional de economistas marítimos (IAME) en Kenia: “El comercio electrónico podrá estar en avanzada, podrás, ordenar y pagar online por tu producto, pero siempre necesitarás que aquello que compraste llegue a la puerta de tu casa y para eso se necesitan buques y puertos” Mientras mejor vaya la economía mundial, más se incrementará el comercio y en consecuencia la demanda de transporte marítimo. La UNCTAD dio cuenta que, en 2016, se sobrepasó los 10.3 billones de toneladas transportadas por mar. Cantidad sin precedentes, y estima que al 2020 habrá un aumento de la demanda de transporte de 3.2% , por lo que, se espera un mayor número de buques. Lo que también se espera -a partir del 1ro de enero del 2020, es una subida de los fletes. Aunque este posible aumento no tiene conexión directa a esta demanda, sino a una medida medioambiental que proviene de la Organización Marítima Internacional, (OMI), que busca reducir las emisiones provenientes de los buques. El escenario global de las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) Se calcula que alrededor del 80 % de todo lo que se comercializa a nivel mundial viene por mar , a bordo de buques mercantes, y -por supuesto- los productos se comercializan como consecuencia de las necesidades de nuestra sociedad mundial de consumo. Es ampliamente conocido que, de las emisiones globales de CO2, el 27% corresponde al sector el transporte en todas sus formas (carretero, aéreo y marítimo), dentro del cual el marítimo contribuye con sólo 2.7% , convirtiéndolo en el más eficiente en cuanto a gramos de CO2 emitidos por tonelada de carga por kilómetro transportada. Pero, si es el más eficiente de todos los medios de transporte ¿Por qué hay necesidad de reducir más las emisiones de los buques? Por tres motivos: (i) son muchos, un poco más de 90 mil , (ii) no andan esparcidos homogéneamente por los océanos, sino que se concentran en las rutas marítimas de los grandes centros de consumo, que a su vez están conectados a los más importantes puertos del mundo; además se calcula que el 50% de la población mundial vive cerca del litoral y puede ver afectada su salud y por último (iii) el tipo de combustible que usan es muy contaminante. Veamos lo que más se transporta por mar a fin de conocer el impacto de la medida de la OMI, que busca reducir las emisiones de los buques: mineral de hierro, granos, carbón, productos de acero (barras, vigas, varillas, planchas, bobinas, tuberías), fertilizantes, productos forestales (madera, troncos, pellets de madera, pulpa), cemento, producto de agricultura (azúcar, arroz, tapioca, harina de soya, etc). Petróleo, gas, productos químicos y -finalmente- contenedores en el cual se lleva todo tipo de producto terminado, desde electrodomésticos, ropa, juguetes, maquinarias, etc. Como puede observarse, se trata de todo aquella materia prima o producto terminado que nos permita vivir cómodamente. Por lo que los buques se convierten en fundamentales para la sociedad, el comercio y la economía mundial. Pero los buques son cosas, objetos y pertenecen a un empresario naviero que lo explota económicamente. El negocio naviero es de alto riesgo y muy costoso y la operación de los buques obedece a un diseño escrupulosamente eficiente, donde el combustible representa entre 50 a 60% del total de la operación del buque (World Shipping Council, 2008). Siendo así, sus enormes motores se diseñan para quemar combustible pesado y sucio, que no necesita mucho refino y eso lo hace altamente contaminante. Precisamente usar este tipo de combustible les permite a los navieros ofrecer a los exportadores fletes competitivos. Actualmente los buques usan combustible con 3.5% de contenido de azufre a nivel internacional y si espera que haya más buques en respuesta al comportamiento de la economía, se espera una mayor emisión de gases de efecto invernadero (GHG). La respuesta global de la OMI Ante tan alarmante panorama, la Organización Marítima Internacional (OMI), agencia especializada de las Naciones Unidas, donde participan 174 estados y que regula el transporte marítimo y la marina mercante a nivel mundial; acordó en abril de este año 2018, acciones de mitigación con el principal propósito de reducir el contenido de azufre de los combustibles de que usan los buques a nivel internacional de 3.5% a 0.5%. Vale decir que, los navieros deben asegurarse de que sus buques usen combustible con bajo contenido de azufre (0.5% al menos) a partir del 1 de enero del 2020. Esto es, dentro de 11 meses. Ante esta decisión de la OMI, que sin duda contribuirá a un transporte marítimo más amigable con el medio ambiente, han surgido serias dudas respecto a la viabilidad de la norma. Disponibilidad de combustible con bajo azufre La principal preocupación de los navieros es la disponibilidad de combustible con bajo azufre para sus flotas. Recuerden que en total son más de 90 mil buques en el mundo y en 2016, el transporte marítimo demandó 3.3 millones de barriles de petróleo por día . Y no son muchas las refinerías que han anunciado estar preparadas para proveer combustible con bajo azufre. Por ejemplo, Iplom, una empresa que opera refinerías en Italia ha anunciado que estará en la capacidad de proveer este combustible en los puertos de Venecia y Livorno a partir de octubre del 2019 y en Génova recién a partir del 2020. Y el costo será de 500 USD por tonelada contra el precio actual de 300 USD , un aumento de más del 60%, considerando los precios del crudo y la tecnología para mejorar el refino y reducir el azufre. Siendo un componente importante en el transporte, es de esperar que, si sube el precio del petróleo, subirá todo. De hecho, quizá no lo hayan advertido, pero los precios de los productos que encontramos en los supermercados ya contienen el costo de transporte (el flete que pagó el importador o exportador para poner ese producto al alcance de nuestras manos). Según un ejecutivo de Maersk, la principal compañía armadora de buques contenedores en el mundo, el presupuesto para combustible con bajo azufre aumentará en 54% a partir del 2020 . Hasta hace dos meses había anunciado un acuerdo con una petrolera en Holanda para proveer en el Puerto de Rotterdam combustible con bajo azufre a su flota. Se hablan de otras alternativas como usar combustibles Diésel marino y Gas oíl, hacer mezclas, metanol y gas natural. El problema con las mezclas además del enorme precio es el riesgo de tener un combustible inestable que dañe los motores de los buques haciéndolos inoperativos. El gas natural pasa por un problema de falta de infraestructura para proveerlo en las rutas marítimas. Una segunda opción Las alarmas relacionadas a la escasa disponibilidad de combustible con bajo azufre, se dieron a conocer hace 10 años, cuando estudios daban cuenta de problemas con la tecnología de refino, variedad de crudo, mezclas, implementación y adaptación a bordo de los buques, operatividad y edad de los buques y otros. Ante eso, las acciones de mitigación acordados por la OMI contemplan una segunda opción: instalar torres de lavado en los buques (scrubbers), de esta forma podrán seguir usando combustible con el actual contenido de azufre (3.5%). El cumplimiento de la norma de la OMI mediante la instalación de torres scrubber, también resulta complicada ya que los navieros necesitan financiamiento. Hay cotizaciones para instalar una torre Scrubbers que van desde 2 a 4 millones de dólares, además del costo que representa tener parado el buque durante la instalación (20 días aproximadamente). Se debe tomar en cuenta que hay navieras que operan flotas de 100 buques, de diferente edad y tipos de motores y deberá pensarlo dos veces si desea instalar una torre scrubber a un buque mayor a 12 años, por temor a no recuperar la inversión. Opiniones en el sector naviero, dan cuenta de que algunas navieras no podrían soportar el alto costo de las medidas de la OMI. Por un lado; acondicionar sus buques para usar un combustible con bajo azufre -que no se tiene la seguridad de si estará disponible en las principales rutas marítimas- o instalar torres scrubbers. Sea como fuere, estamos a 11 meses de que se aplique la norma OMI y ya se ha calculado que no hay capacidad de astilleros para instalar estas torres a los más de 90 mil buques en el mundo. Además de los estrictos controles que se esperan . Existen muchos reportes acerca del avance de instalaciones de scrubbers y a la fecha se ha podido instalar sólo 600 de ellos y en los 11 meses que quedan se estima llegar sólo a 3000. Así las cosas, la opción que está calando más es la de usar combustible con bajo azufre, que siendo escaso subirá de precio con las consecuencias en los fletes que ya hemos mencionado. Incertidumbre En todo caso, la incertidumbre pasa por la disponibilidad, tanto de combustible bajo en azufre como de combustible alto en azufre. Por ejemplo, si la mayoría de los navieros, en acuerdo con las refinerías apuestan por que sus buques consuman combustible bajo en azufre, la demanda de combustible alto en azufre podría reducirse (las refinerías no tendrían por qué producirla más) y afectar a los buques que al haber instalado scrubber vayan a usar este combustible alto en azufre. Todo un dilema con tantos actores involucrados. Tercera opción Una tercera opción que más que opción es un deseo, es que la OMI otorgue una prórroga para la aplicación de estas medidas. Cosa que Mr. Kitack Lim, Secretario General de la OMI se ha asegurado de objetar durante su discurso frente los líderes mundiales del comercio marítimo (SMM) llevado a cabo recientemente en Hamburgo . ¿Cómo nos afectaría? El 80% de nuestro comercio exterior se realiza por vía marítima y en 2017 fue atendido por más de 16 mil buques; y nuestros puertos movilizaron cerca de 104 millones de toneladas de carga. Principalmente, materias primas (granos, minerales, petróleo) además de 2.5 millones de contenedores con productos terminados para consumo directo . Ahora bien, de acuerdo con el INEI/SUNAT, en el primer semestre del 2018, el principal país de cual importamos ya sea bienes de capital, materias primas y bienes de consumo es China, con 25% de participación. El principal puerto Chino Shanghái se encuentra a 9 mil millas del Callao, al cual se llega en 28 días de navegación. Un buque que nos traiga bienes de consumo como calzados, autos, televisores, o lo que sea que vaya directo al mercado, puede “quemar” alrededor de 50 toneladas de combustible por día navegado. Esto es 1 400 toneladas de petróleo en toda esa travesía. Si cada tonelada cuesta 300 USD actualmente, hablamos de 420 mil dólares sólo en combustible, sin contar el costo de las provisiones, seguros, sueldos de la tripulación, gastos administrativos, certificaciones y otros. Serian entonces 420 mil dólares sólo en transporte. Ahora, como dijimos anteriormente, el precio del combustible bajo en azufre puede costar -en el mejor de los casos- 200 USD más que el combustible alto en azufre. Es decir que, usando combustible bajo en azufre, ese viaje de 28 días desde Shanghái a Callao significaría 700 mil USD (es decir 280 mil USD más que hacerlo con combustible alto en azufre). Es de esperarse que los fletes marítimos suban a partir del 1ro del 2020, encareciendo todo lo demás. Finalmente, siendo el transporte marítimo una actividad global, regulada internacionalmente, es de esperar que el costo de la implementación de las acciones de la OMI, las asumamos todos nosotros como ciudadanos del mundo, consumidores finales. Siempre fue así.

lunes, 28 de enero de 2019

El nuevo ROF del MTC


Encuentro una inconsistencia en el nuevo ROF del MTC (Publicado el 31dic2018).  Transporte acuático (DGTA) ha desaparecido como órgano de línea y ha sido absorbida por una nueva Dirección General de Políticas y Regulación en Transporte Multimodal (DGPRTM) que incluye transporte terrestre y ferroviario. Se dice que el enfoque de esta reorganización fue basado en procesos. Esta nueva DGPRTM dictará las políticas y regulaciones en infraestructura y servicios en todos los medios transporte (menos el aéreo), así como para plataformas logísticas, puertos, además de circulación, seguridad vial y tránsito terrestre. Está muy bien considerar el transporte como un sistema multimodal, pero llama mi atención (allí la inconsistencia) que no hayan incluido también a aeronáutica civil (DGAC) -que si permanece como órgano de línea. Entiendo que el enfoque por procesos busca eficiencia, pero tiene excepciones si una actividad es especialísima y de compleja operación. ¿aeronáutica civil es especial? Ciertamente. Pero también lo es -y más- el transporte acuático además que impacta más en la economía del Perú que el aéreo. Es difícil entender por qué el enfoque de procesos se cumple para uno y no para el otro. Hace falta un poco de coherencia en las reformas públicas. Para un país donde el transporte marítimo es invisible, los funcionarios sufren de ceguera marítima y el ministro de transportes habla más de carreteras que de cabotaje, colocar al transporte acuático (por donde viaja el 85% de nuestras exportaciones) a la par del terrestre, me parece un completo desacierto, sobre todo si apuntamos ser una nación marítima.  
Capt. F.Pretell / pretellmaritimeaffairs.blogspot.com


domingo, 13 de enero de 2019

Cabotaje: Dos preguntas al Viceministro de Transportes


Ahora que han liberalizado el cabotaje y está en ciernes la publicación del reglamento del DL 1413, debo plantear dos preguntas al viceministro: 1. ¿Podría un buque extranjero de 30 años de antigüedad realizar cabotaje en el Perú? 2. Podría un buque extranjero, cuyas maquinas queman combustible con 3.5% de azufre y operando scrubbers hacer cabotaje en el Perú? Si pueden. ¿Por qué? “Porque nadie está impedido de hacer lo que la ley no prohíbe”; y al reglamento le falta prohibirlos. Explico las razones. (i) Criterio de seguridad. Si bien es cierto que la validez de los certificados de clase y estatutarios le confiere capacidad técnica (en los términos del reglamento) a los buques; esto no aseguraría que no se puedan romper. La realidad de accidentes marítimos evidencia que los buques tales como Erika (1999), Prestige (2002), Costa Concordia (2012), etc, tenían los certificados válidos, así que eso no es garantía de seguridad. La seguridad marítima es sistémica, compleja. Puede haber buques viejos, pero bien mantenidos; ¡pero están viejos! y algo se puede romper. En general, los buques más viejos tienen mayor riesgo y creo importante evitar que vayan a hacer cabotaje nacional. Hay que poner límite de edad y 15 años me parece adecuado. Los buques mayores a 15 -según la industria- son los de mayor riesgo operativo. (ii) Criterio de medioambiente. No se ha calculado el número de buques extranjeros que puedan venir hacer cabotaje, pero, si operan con scrubbers contaminarán el mar que baña nuestras costas (acidificación de los océanos). Debe saber el viceministro, que China, Bélgica y Noruega, planean prohibir el tráfico de buques que usen scrubber en sus aguas territoriales. Aunque aún falta 12 meses, el reglamento debería establecer la misma prohibición a partir de enero del año 2020. Finalmente, debido al problema mundial de embarco para alumnos de náutica, en su momento propuse que -ya que van a liberalizar el cabotaje- se obligue a esos buques extranjeros a embarcar alumnos/cadetes peruanos (una manera de preservar conocimiento marítimo) pero no me hicieron caso.
Capt. F.Pretell / pretellmaritimeaffairs.blogspot.com


sábado, 12 de enero de 2019

Cabotaje: cuando pierde el país


Como era de esperarse, el DL 1413 promulgado en setiembre 2018, ha llevado a navieros peruanos a vender sus buques. Mientras escribo esto, me confirman que los buques peruanos, cuyos tráficos se afectaron por esta ley, uno ya llegó a Alang y el otro zarpó hace dos días hacia el mismo destino. Dos tripulaciones completas se van a la calle. Siendo común para los marinos -por venta o cambio de mánager- perder o ganar trabajo, se espera que se reinserten -sin problema- al mercado internacional. Así que esto no lo veo tan traumático. La oficina del naviero posiblemente cierre o se mude, dejando fuera a otra plantilla de trabajadores (incluidos gerentes). Estos tendrán que buscar trabajo en otras navieras que no habiendo similar, lo tendrán un poco más difícil que los marinos, haciendo que se reinserten en otro sector. Siempre leemos noticias de que al final la reinserción llega, así que esto tampoco es difícil, tarda, pero llega. Lo penoso y nefasto para un país -que busca ser marítimo- es la pérdida del conocimiento (No del juicio ni discernimiento) sino de la cultura y de la ciencia. Cuando se cierran empresas el know-how se va a otra similar, pero cuando no hay otra similar, se pierde. El negocio naviero es particular, único y NO es masivo en el Perú, por lo que ese conocimiento en gestión de buques, chartering y otros, adquiridos -no en universidades- sino en el día a día de la operación de buques mercantes, se perderá, al cerrar las navieras. Eso es lo que pierde el país, una parte de su patrimonio cultural (marítimo) y se veía venir. No es tanto la afectación a los puestos de trabajo que este DL trajo, sino al conocimiento, cultura marítima y saber naviero, que es la base de un país marítimo. Nuestro país es minero, no por la gran cantidad de minerales que contiene su geografía, sino porque hay empresas que los explotan y mientras lo hacen generan conocimiento, industria, tecnología, en el marco de una política económica/minera. Del mismo modo, un país no es marítimo porque es rodeado de mar, sino porque éste es explotado económicamente y para ello se necesita a los empresarios navieros que -lamentablemente- por inadecuadas políticas, desaparecen; como ahora y con ellos, ese particular conocimiento cuya pérdida incrementa la ceguera marítima del país. Finalmente, no deseo que se interprete que soy insensible con mis colegas que, una vez varen estos buques en las playas de Alang, quedarán varados ellos también. Pero así es el shipping, muchas veces me tocó a mí. Ojalá encuentren otro buque.